Sobre un calendario escrito en rojo
Se deslizan los dedos como en un bello juego,
Trasparente la hoja refleja un brillo,
Un espejo
Recito un murmullo calido
Cuando el frío al tiempo se avecina,
Una estela que bordea la circunferencia,
Rebosa y cae la grieta del manantial.
El sueño no ayuda,
no lo tengo, ni el a mi.
La muerte tararea sentimientos desconocidos,
La conmueven,
no supo nunca del amor
La distancia apabulladora…
¿Qué es próximo, y a la vez lejanía?
Aislado del tacto y tan dentro del cuerpo
Que como un resfrío estremece
Y lo vulnerable se vuelve incienso
Es hora ya…
que la centinela ilumine,
Hasta las galaxias enmudezcan,
Como ríos de fluor que yacen en la piel
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